El sueño juega un papel fundamental en muchas esferas importantes del desarrollo infantil de manera que el conocimiento del hábito de sueño proporciona al profesional una de las puertas de entrada al desarrollo infantil.
Existen diferentes expresiones de los trastornos del sueño:
– niños que les cuesta dormir: insomnio por higiene del sueño inadecuada, insomnio conductual ( la incapacidad del niño para conciliar el sueño si está solo, con resistencia y ansiedad a la hora de acostarse), síndrome de piernas inquietas, síndrome de retraso de fase.
– niños que presentan eventos anormales durante la noche: síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño pediátrico (SAHS), sonambulismo, terrores del sueño o nocturnos, despertar confusional, pesadillas, movimientos rítmicos relacionados con el sueño.
– niños que se duermen durante el día
Los trastornos del sueño constituyen uno de los motivos de consulta cada vez más frecuentes en las consultas pediátricas y psicológicas, por sus repercusiones en el niño como en la calidad de vida de sus padres y familiares.
En la clínica se observan distintos síntomas; dificultades en la atención, en la concentración, ansiedad, déficit cognitivos y/o conductuales, irritabilidad, cambios de humor, dificultades en la escuela y/o relacionales.
Existen diferentes alternativas terapéuticas en la intervención de los trastornos del sueño. Es importante realizar una buena historia clínica y valorar los siguientes aspectos:
– Edad de inicio: la presencia de procesos fuera de su edad normal
– Hábitos incorrectos: valorar siempre la higiene del sueño, el tipo de la respuesta de los padres, cómo son los horarios, el tipo de ocio de los niños/adolescentes, TV, radio, SMS, teléfonos móviles o videojuegos
– Observar la conducta y valorar cómo es el rendimiento escolar.
– Descripción del sueño durante las 24 horas: cómo, cuánto
– Evaluar qué pasa durante la noche y también durante el día
– Historia familiar de trastornos del sueño.
– Diferenciar entre un trastorno transitorio puntual o un trastorno asociado a problemas crónico
– Afectación de otras funciones biológicas: alimentación, conductas nocturnas o diurnas, tipo de respiración durante el sueño…
– Uso de fármacos y drogas que puedan afectar al sueño
– Presencia de otras patologías: orgánica, neurológica, social, emocional y psicológica.
Es importante la intervención terapéutica con niños con dificultades o trastornos del sueño por su implicación en otras áreas de la vida del niño como la emocional y psicológica. Con el tratamiento psicológico de estos problemas, se pretende mejorar tanto la calidad como la cantidad de sueño, interviniendo sobre los diferentes factores que influyen en él.
Escuchar a los padres y al niño des de la singularidad que lo caracteriza, con su sintomatología particular y dificultades distintas es lo que ayudara a situar la problemática y intervenir en ella con el mejor resultado.
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